No podéis quitarme la vida porque ya no es mía.
No podéis dispararme a la cabeza porque no la llevo puesta.
No podéis arrebatarme porque estoy arrebatado.
No podéis apuñalarme porque yo soy un cuchillo.
No podéis asesinarme porque yo soy un suicida.
No podéis matar a un muerto porque un muerto es una máquina de matar.
No podéis apalearme como a un perro porque soy menos que un perro.
No podéis abandonarme porque yo no tengo dueño.
No podéis controlarme porque no soy dueño de mí mismo.
No podéis volverme loco porque vuelvo loca a la locura.
No podéis tirarme por la ventana porque vuelo.
No podéis empujarme al abismo porque ya lo hice yo.
No podéis traicionarme más de lo que he sido traicionado.
Ni podéis traicionarme más de lo que he sido traicionado.
No podéis conmigo porque ya no soy.
Ahora soy libre.
Soy inmortal.
Soy peligroso.
Indestructible.
UN MUERTO ES UNA MÁQUINA DE MATAR de Javier Gallego ‘Crudo’.
Hermoso retrato de lo que es la VIDA y esa pareja de viejos, en segundos lo dice todo. Había olvidado agradecer esa inmerecida dedicatoria tuya. Gracias, mil gracias, Un abrazo, Luis